martes, 26 de febrero de 2013

Broken smile

Hay personas que se desahogan fumando, por ejemplo. Se relajan, echan una calada, y de repente el mundo parece ir mas despacio hasta que se termina el cigarro. Otras prefieren beber, emborracharse. Cuanto más vacía está la botella, menos recuerdan, hasta el día siguiente. Tal vez a otras les sirva rajarse, el daño físico. Pero cada vez que se miren las muñecas, o los brazos, recordarán otra vez su dolor. Yo, sinceramente, pref
iero llorar. Llorar no te acaba jodiendo el hígado, ni los pulmones, ni las venas. Tan solo la sonrisa, y solo durante ese tiempo en el que te encojes, e intentas desaparecer de un mundo que no te da mas que disgustos. Cuando sales, otra vez libre, la sonrisa está ahí de nuevo, mas bonita si cabe. Los ojos un poco rojos, mas brillantes de lo normal, se nota que has llorado. Pero eso también se pasa. Yo no digo que sea bueno llorar, pero está claro que es bastante mejor que las otras miles de formas posibles de escapar del mundo.

domingo, 24 de febrero de 2013

Plof

-Espero que me de uno de esos besos de verdad, de esos que te hacen hacer plof.
-¿Plof?
-Si, ya sabe, plof. ¿Ves las peliculas antiguas? Pues cuandi vesan a la chica, ella siempre levanta el pie hacia atrás, y suena un sonido, así como plof, y se sabe que es un amor de verdad.
-A, si, ese plof.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Y puede ser que me equivoque otra vez

Y puede que me equivoque otra vez. De hecho, seguro que me equivoco, esta y otras mil veces más a lo largo de mi vida. Pero son mis elecciones y tengo derecho a decidir en que quiero, o necesito, equivocarme. Y se que en ese momento me equivoqué, pero fue mi decisión. Y ahora tomo otra. Ahora decido dejarte ir, en vez de seguir como la idiota que te lloraba todas las noches. Creo que ya es hora de dejarte marchar, ya que ni tú vas a volver ni yo necesito ya que regreses. Espero que te vaya bien, que te vaya bonito, que te vaya de muerte.

lunes, 11 de febrero de 2013

Mi estrella


Una vez le prometió que siempre sería su estrella, pero la estrella se apagó. Una vez le prometió que no la abandonaría nunca, pero el nunca se acabó. Una vez le dijo que era todo para él, pero el todo dejó de tener significado. Una vez se pasaban las tardes hablando, y ahora esas tardes solo están en su recuerdo. Una vez eran 'su bobo' y 'su idiota', pero ahora todo eso ya no importa. Una vez ella era todo su mundo, pero ahora ha cambiado de mundo. Una vez ella sonreía a todas horas con él, ahora lo mira y se le empañan los ojos. Una vez ellos eran felices juntos, ahora ya no se necesitan. Pero ya no queda recuerdo de esto. Ahora somos como dos extraños, un apunte al pie de la página, tan solo unas pocas semanas de toda una vida, nada que merezca la pena recordar. Nada importante.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Y yo le creí como una idiota. Como esa idiota que ahora se pasa el día entero deseando que llegue la noche para desahogarse. Como esa idota que llora en silencio, para que nadie la escuche, para que nadie se de cuenta. Como esa idiota que intenta parecer fuerte cuando sabe de sobra que no lo es. Como esa idiota que se pasa las mañanas viendolo, la tardes echandolo de menos y las noches llorando por él. Como esa idiota que no sabía lo que quería, y ahora sabe que quiere lo que perdió. Como esa idiota que la caga una y otra vez, y ni siquiera se da cuenta hasta que es demasiado tarde. Como esa idiota que daba por hecho que él siempre iba a estar ahí, pero ahora ya no lo está. Como esta idiota. Como yo.

sábado, 2 de febrero de 2013


Días de llorar los llamo yo. Son esos días en los que cada pequeña cosa te hace soltar unas lágrimas, días en los que por la calle te gustaría llevar las gafas de sol puestas, para poder llorar a gusto sin que nadie lo viese. Días de esos en los que quieres hacerte una bola cada vez más pequeña, ir encogiendo y finalmente desaparecer. Días mojados, en los que hasta el tiempo parece estar de tu parte, tan gris, tan triste y tan apagado, lleno de nubes negras, igual que tú cabeza. Días de mirarte al espejo y preguntarte que si eres idiota, que porqué no puedes parar de llorar. Días de ojos rojos y de miles, millones de pañuelos por todas partes. Días con la moral por los suelos, y en los que eres incapaz de recogerla. Días en los que necesitas un abrazo, y no hay ninguno como los suyos. Días de llorar.