miércoles, 15 de enero de 2014

Relato parte 3

No me había dado cuenta de que se encontraba a mi espalda hasta que la escuché, y volví a sentir ese cosquilleo, como si fuese la primera vez que la escuchaba. Esa voz. Por mucho tiempo que hubiera estado encerrado, jamás sería capaz olvidarla. Esa voz le había hecho sentir tanto.... Dolor, amor, placer... Puedo recordar la primera vez que la escuché, en aquella cafetería. Nada más oírla, me olvidé del resto del mundo. Desde ese instante, solo importaba ella. Me giré, me presenté, y, aunque acababa de conocerla, la invité a salir. Ahora lo lamento. Ojalá me hubiera encontrado en cualquier otro lugar. Yo jamás había entrado en aquella cafetería antes, y podría seguir sin entrar ahora mismo. Todo el mundo me había comentado que los capuchinos que servían eran malísimos, y yo no se beber otra cosa. Pero aquel día no había sitio en nuestra cafetería de siempre, y decidimos probar esta, pese a las malas críticas. Continúo odiando a todas aquellas personas que me quitaron el sitio, y a mis amigos, que decidieron tomar esas mala decisión. Aunque supongo que no puedo culpar a nadie de lo que pasó después...
- Bueno, pero que pasa, ¿ya ni siquiera me vas a saludar o a dirigir la palabra?

lunes, 13 de enero de 2014

Relato parte 2

Llegué al sitio acordado, aquel tercer arco del puente viejo que tantos y tantos buenos recuerdos me traía. Era un sitio bonito ahora que el agua había sido desviada, y el puente arreglado para, simplemente, adornar la vista. El arco bajo el que me encontraba, el cual yo recordaba como oscuro y húmedo -aun así, me traía unos recuerdos difíciles de olvidar- era ahora otro totalmente distinto. No me atrevería a decir que había dejado de ser húmedo, o de que estaba lo suficientemente iluminado, pero si que se apreciaba un cambio. Las piedras, antes de un tono claro pero ennegrecido por la contaminación, habían vuelto a su tono claro original, propio de un puente mucho mas nuevo que aquel, que tantas y tantas historias tenía que contar. Estaba yo en estas cavilaciones, cuando apareció mi cita de aquella noche. Esa persona que me había obligado a permanecer tantos y tantos días en casa.
-Vaya, pensé que no te atreverías a salir de casa después de aquello... Bueno, supongo que me equivocaba, que eres mas fuerte mentalmente de lo que yo pensaba. Una lástima que te equivocases....

domingo, 12 de enero de 2014

Relato 1

Era un noche fria de diciembre. La luz se habia ido hacia ya varias horas, y una gelida brisa parecia querer indicar que no era una buena idea salir de casa aquella noche. Aun asi, ignorando las señales, me decidí a salir, pues asi lo habia prometido, a las 8 de la tarde de aquel día. Era mi primer dia, la primera vez desde entonces.... Prefiero no recordar aquello, todavia no. El caso es que salí de casa. Habia pasado tanto tiempo, que ya ni las calles me parecian las mismas, ni las luces de las farolas, ni los ruidos de la ciudad. Nada de todo aquello se parecia lo mas minimo a la imagen idealizada que yo guardaba en mi mente de todo aquello. En mi mente recordaba todo aquello como lo mas preciado, respirar, el aire, la gente, el ruido de los coches y el humo de las fabricas incluso. Para mi, durante todos esos meses, esos recuerdos fueron mi unica salvacion, y aquel día, aquella fecha marcada, era la fecha de mi regreso. Nunca me gustó estar recluido. Desde joven, nunca era capaz de estar mas de un dia dentro de algún lugar. Me daba la sensacion de que las paredes me comian, de que la calle se iba a ir antes de que yo llegase. Pero eso fue antes de que empezasen los problemas. Tuve que aprender, como todo. Y ahora, por fin, el día había llegado.