lunes, 30 de mayo de 2016

Tal vez tengan algo de poetas. Tal vez, simplemente, sean ellos mismos. Raros, especiales; así es la música. La música llega para quedarse, te cambia la vida, te llena por dentro; se te mete en el corazón, se te agarra a la boca del estómago... Y en ese momento, sabes que ya no se irá nunca. Es una buena compañera, no da muchos problemas. Te hace pensar que eres especial, que no estás solo nunca, que tienes una especie de "sensibilidad" especial. Sea lo que sea. Es grande. Y mueve. Aunque no se entienda muy bien porqué. Gracias por la música, por lo mejor que he podido tener en esta vida. 

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